El secreto profesional

EL SECRETO PROFESIONAL

 

Patricio Orellana Vargas
Profesor de la Universidad de Chile

 

1.  EL SECRETO PROFESIONAL Y RELIGIOSO.

El secreto y la confidencia.
Conocer al ser humano es muy difícil, es como navegar guiándose con esos mapas antiguos que mostraban amplios sectores con la leyenda “terra incógnita”. Los antiguos griegos y fenicios navegaban por el Mediterráneo pero lo hacían pegados a las costas, ya que atravesar mares o seguir la línea recta era muy arriesgado en un universo desconocido. Siglos de práctica le permitieron superar estas dificultades, pero más allá de las columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar) empezaba un inmenso mar desconocido. Hoy la navegación ha experimentado grandes avances.  Sin embargo, a pesar de los avances científicos y tecnológicos la persona humana sigue manteniendo sus secretos y hasta se ha llegado a entender que forman parte de su integridad inviolable.
Todo ser humano tiene regiones secretas. “Todos, sin excepción tienen una parte de sí que no llegan a comunicar a los demás, existen experiencias, pensamientos deseos que preferiríamos reservarnos, manteniendo su conocimiento restringido a  unas o pocas confesiones o confidencias” (Carmen).

Estas zonas han demostrado ser más complejas de lo aparente, ya que según Sigmund Freud existe el inconsciente y el subconsciente que guardan secretos hasta para el propio sujeto consciente y estos territorios psicológicos han sido el objeto preferido de algunas escuelas psicológicas. 

 Pero el interés de estas notas se refiere a los secretos conscientes, que se mantienen en la privacidad por diversos motivos: seguridad, temor, vergüenza, respeto a los que los transmitieron, discreción, etc. O por considerarlo como un derecho humano fundamental vinculado a la libertad de conciencia y al derecho a la privacidad.

 El ser humano siempre goza de la libertad de transformar el secreto en un acto público y conocido por todos o por algunos exclusivamente. Esta libertad está limitada por las consecuencias que puede implicar y en otros, está explícitamente prohibido, como es el caso del secreto que en relación a su labor tiene el profesional en  casos específicos.

 

La confidencia
El secreto divulgado, pierde su naturaleza y se transforma en información o conocimiento según su complejidad.

Pero el secreto que un titular tiene, puede mantener su naturaleza de no ser divulgado, cuando en calidad de confidencial se trasmite a otra persona. El  receptor del secreto pasa a ser titular de esa información y por lo tanto sigue siendo secreto, excepto cuando sea relevado de esa obligación. Cualquier transmisión de información no es confidencia, sólo aquella que lleva implícita la exigencia de secreto, es decir, no divulgarla por ningún motivo. En consecuencia el receptor del secreto tiene una obligación de privacidad. Es imprescindible diferenciar claramente la confidencia de un secreto y la transmisión de información, ya que una mala interpretación puede llevar a hechos muy graves.

 

El secreto religioso
En la cultura occidental, el secreto religioso y el profesional vienen de la cultura clásica griega.

Hubo sectas o cultos que exaltaron el secreto como parte central de su ritual. Así era en el culto de los misterios de Eleusis, practicados por los griegos en los templos de la ciudad de Eleusis, cercana a Atenas. Allí se celebraban ceremonias para conmemorar el retorno anual de la primavera. En  ese lugar donde Hades, el dios del mundo subterráneo, se había llevado raptada a Perséfone, hija de la diosa Démeter. Esta diosa castigó al mundo con un permanente invierno hasta que Zeus permitió finalmente  que Perséfone volviera a la superficie durante 5 meses cada año. Este retorno generó las fiestas eleusianas.
En Eleusis se construyó un gran templo y anualmente se celebraban rituales.  Sólo los iniciados participaban en las ceremonias secretas y debían mantener la confidencia total de su realización. Se presume que se consumían algunos alucinógenos que provocaban estados de éxtasis en los iniciados. Un cuerpo sacerdotal mantenía los secretos de esta tradición.

Uno de los grandes filósofos pre socráticos, Pitágoras de Samos, creó una secta de místicos y sabios que vivían en comunidad y practicaban rituales mágicos y mantenían largos períodos de abstinencia, meditación y silencio. Creían en la trasmigración de las almas y practicaban catarsis con la ayuda de la música y purgas del cuerpo. Esta secta cerrada y secreta sólo admitía a los que tenían un alto nivel intelectual, especialmente en matemáticas, ya que consideraban al número como explicaciones universales. Lograron dominar una ciudad en el sur de Italia y sólo fueron expulsados cuando uno de los pitagóricos rompió el secreto y divulgó las creencias y prácticas de la secta, lo que provocó un alzamiento popular.

Los pitagóricos consideraban que había ciertos hombres –los matemáticos-que podían ingresar a la secta jurando mantener los secretos de su organización y rituales. Es posible que los pitagóricos fueran el antecedente del partido político, el cual después del Renacimiento tuvo a veces una organización secreta y la masonería incorporó prácticas secretas, las que actualmente ya no parecen ser muy significativas.

Existe entonces, una larga tradición de organizaciones religiosas y políticas que se estructuraban en torno al secreto por razones de seguridad o para lograr un efecto  espectacular en sus miembros que asegurara su lealtad. Muchas de ellas pretendían conectar al iniciado con niveles superiores de conciencia o con los mismos dioses.   

El secreto en Hipócrates
La primera expresión del secreto como obligación de una profesión se desarrolló entre los médicos. Hipócrates, un gran médico griego, escribió más de 50 obras sobre este arte y  elaboró teorías geniales para su época  (460-377 AC), como las nociones de miasmas y su explicación del contagio, también avanzó en las teorías de los equilibrios necesarios de los fluidos humanos y  le dio realce al equilibrio entre la salud física y mental, desarrollando teorías sobre la prevención de las enfermedades a través del ejercicio y la dieta. En la isla de Kos, donde nació y enseñó medicina, creó un gran sanatorio que otorgaba especial importancia a la tranquilidad y el reposo. Sus ruinas son una muestra de un lugar tranquilo en lo alto de una colina, cubierta de bosques y con hermosas vistas del mar circundante y ventilado por una refrescante brisa.

En la ciudad de Kos, Hipócrates enseñaba medicina bajo un gran plátano oriental, cuyos retoños aún se conserva y es un centro de peregrinación de los médicos del mundo. En ese lugar, discutiendo con sus discípulos construyó la idea del secreto profesional, que adquirió relevancia y que en los tiempos actuales es un derecho respetado casi universalmente, a la vez que empiezan a surgir críticas en un mundo que se califica de sociedad abierta y como mundo de la información.
En el famoso juramento de Hipócrates se establece una serie de principios que los médicos deben guardar. Comienza invocando al Dios de la Medicina, Esculapio y a sus dos hijas Higiea y Panacea (de allí los conceptos de Higiene y remedio). 

Una de las traducciones de este juramento establece el secreto médico en los siguientes términos: “Guardaré reserva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no sea preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos”.

 Desde entonces, la profesión médica sostuvo el derecho al secreto profesional y fue guardado con tanta rigurosidad que fue inviolable y durante siglos se consideró como sagrado, sólo muy posteriormente, el secreto de la confesión en la religión cristiana adquirió similar valor.
El otro valor esencial sostenido en el juramento hipocrático es el del bien. En efecto, el juramento incluye que: “Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y entender evitando todo mal y toda injusticia” agregando más adelante que:”Ejerceré mi profesión con inocencia y pureza”. 

Este principio debe entenderse como general para todas las profesiones sin excepción. El saber o el dominio de un conocimiento lleva implícito cierta superioridad que puede servir para provocar daño. Este principio se anticipa a esa superioridad  y establece que siempre debe realizarse con inocencia y pureza generando bien y jamás mal al afectado.

 El Códigode Ética del Colegio Médico chileno establece: “Los médicos no podrán en caso alguno, revelar  directa o indirectamente los datos o informaciones que hayan conocido o les sean hayan sido relevadas en el ejercicio de su profesión, salvo orden judicial o autorización libre y espontánea del paciente mayor de edad, y que esté en su sano juicio. El secreto médico es un derecho objetivo del paciente, el profesional está obligado a respetar en forma absoluta por un derecho natural, no prometido ni pactado”

(Colegio Médico de Chile).

El desarrollo de la Bioética ha ampliado y profundizado estos conceptos y los ha llevado a los desafíos modernos como la confidencialidad de los datos genéticos de las personas identificables y ha enfatizado la preocupación por el daño.

Otros secretos profesionales que se han arraigado en la cultura occidental son los secretos de los abogados respecto de las confidencias de sus clientes y el secreto de los periodistas en relación a sus fuentes. En Chile se reconoce este derecho pero exclusivamente en el caso de periodistas titulados. En cambio en otros paíse como en Estados Unidos hay un evidente retroceso y hay periodistas que han sido sancionados por negarse a revelar sus fuentes., como es el reciente caso de la periodista Judith Miller por haber identificado a un agente de la CIA.

El secreto de la confesión
El secreto siempre provoca cierto malestar y se entendió que la confesión era la forma de librarse de ese malestar, pero en otras religiones, la confesión era la transmisión del secreto a un Dios, a través de algún sacerdote que tenía la obligación de mantener el secreto.  De esta manera la confesión que era una confidencia entre hombres se transformó en una relación del hombre con Dios a través de un hombre que ejerce un sacramento instituido por Jesucristo,

La confesión es un acto que lleva al perdón y es este perdón lo que constituye el sacramento.  Jesús perdona y hace partícipe de su propio poder a los apóstoles. Al resucitar, Cristo dijo a sus discípulos “Recibid el espíritu Santo. A quienes perdones los pecados, les quedan perdonados, a quienes los retengáis, les quedan retenidos”

San Juan evangelista fue el que estableció con precisión este sacramento y lo hizo unos sesenta años después de la crucifixión. El concilio de Letrán (1215) estableció la obligación de confesarse una vez al año a lo menos y el Concilio de Trento (1545-1563) defendió este sacramento que era cuestionado por la reforma protestante.

El Código Canónigo en el canon 9831 establece “El sigilo sacramental es inviolable; por  lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”. No hay excepciones, queda “sellado” por el sacramento, incluso si el penitente releva al sacerdote.

Santo Tomás de Aquino destaca que “Lo que se sabe bajo confesión es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en cuanto Dios”.

Si se viola este secreto procede la excomunión automática (cánones 983 y 1388) porque se ha violado el derecho natural al no cumplir el contrato y al mismo tiempo por no cumplir con el derecho divino, ya que fue impuesto por Cristo. 

2.  LOS SECRETOS EN LOS NEGOCIOS.
El otro aspecto que genera controversias es el secreto  en el ámbito de los negocios. Conforme a las doctrinas económicas imperantes, el empresario tiene una sola obligación: maximizar las utilidades de la empresa, según lo declara el teórico principal del neoliberalismo (Friedmann). Por lo tanto el límite de la acción empresarial debe ser actuar dentro de la ley, pero excluye cualquier principio ético y  los conceptos de bien y mal, daño y bienestar no tienen cabida.

La ley es la única frontera y desde la Antigüedad derecho y ética han sido conceptos diferentes, aunque siempre se ha intentado que la ley se someta a la ética y la contenga, pero el resultado real es la autonomía del derecho frente a la ética.

Es por eso que el mundo de los negocios está lleno de secretos y un autor lo compara al póker, donde las cartas están escondidas y es lícito blufear.

 El secreto bancario
El caso histórico más importante y conocido es el secreto bancario. Para muchos estudiosos este secreto es el verdadero escudo que protege y permite la existencia del narco tráfico, la corrupción política, el tráfico ilegal de armas, las especulaciones de corto plazo, el tráfico de blancas, la inmigración ilegal, la operación de mafias y las infracciones de las obligaciones tributarias.

 Se dice que no se sabe si el secreto bancario creó a Suiza o si Suiza creó el secreto bancario. Lo   cierto es que este país desarrollado, serio y democrático debe su prosperidad a este secreto que le permite manejar gran parte de las finanzas mundiales.

La información oficial del gobierno suizo sobre el tema es la siguiente:

  “Este secreto bancario se encuentra entre los más estrictos del mundo y tiene su origen en una antigua tradición histórica. Está establecido en la legislación suiza. Cualquier banquero que revele información sobre usted sin su consentimiento se arriesga a pasar varios meses en prisión.”

Y agrega: “Las únicas excepciones a esta norma están relacionadas con delitos graves como el contrabando de armas o el tráfico de drogas.”

“El secreto bancario no se levanta por la evasión de impuestos. Esto se debe al hecho de que no declarar unos ingresos o unos activos no se considera un delito en Suiza. Así pues, ni el gobierno suizo, ni cualquier otro gobierno, puede obtener información sobre su cuenta bancaria. Primero han de convencer a un juez suizo de que ha cometido un delito grave que puede ser penable por el Código Penal Suizo.”

¿Cuál es la razón del secreto bancario suizo? La población suiza tiene un concepto liberal del estado y atribuye una gran importancia al respeto del ámbito privado.” (Suiza).

Muchos dictadores enriquecidos en el ejercicio del poder tienen sus cuentas en dicho país y es muy difícil que brinden información sobre sus cuentas. Recientemente, un juez chileno, con el aval de la Corte Suprema,  que investiga las cuentas secretas de Pinochet, presentó una rogativa al gobierno suizo sobre cuentas de un abogado Aitken, albacea de Pinochet. El gobierno suizo manifestó que para realizar la investigación requería información precisa y las cuentas, naturalmente son secretas.

 El caso extremo del carácter sagrado del secreto bancario es que durante décadas el gobierno suizo se negó a dar cuenta de los depósitos de judíos que habían sido ejecutados en los campos de concentración.

El secreto bancario es respetado universalmente y hay países, fuera de Suiza, que viven de su explotación: Montecarlo, Panamá, Lichestein, Bermudas, etc. Los otros consideran que el secreto bancario está en la naturaleza de los negocios y éstos no podrían existir sin ese secreto que elevan a un derecho sagrado inviolable. Obsérvese que las cuentas secretas de Pinochet en el Banco Riggs de los Estados Unidos fueron descubiertas sólo porque se investigaron las cuentas de ese banco por sospechar que era el ente bancario de las cuentas de Al Qaeda. El Banco Chile, que tenía otras cuentas secretas de Pinochet no informó a las autoridades, sino hasta que las transacciones descubiertas en el Riggs mostraron esta  conexión.  

Este secreto sagrado del neoliberalismo permite desmitificar el secreto como institución  protectora de la privacidad.

En consecuencias podemos sostener que hay secretos respetables, como los de carácter religioso, otros que deben limitarse en función de principios superiores como los secretos profesionales y finalmente hay secretos que no tienen ninguna relación con el bien pero que están protegidos por principios económicos y políticos.

La tendencia universal es contradictoria, por una parte,  al fortalecerse y desarrollarse la democracia crece la divulgación de la información y se caracteriza a la sociedad actual como la sociedad de la información y el conocimiento, por otra parte, el mundo de los negocios exige el secreto bancario y el sistema mundial uni polar require de sistemas de control que manipulan información también secreta.

REFERENCIAS:

Carmen Manrique, Ricardo, El secreto, la confidencia y la psicoterapia, Revista ATUALIDAD PSICOLÓGICA, Lima, 20 de septiembre de 2005

Friedmann, Milton, La responsabilidad social de los negocios es aumentar sus utilidades, en New York Times Magazine, 13-10-70.

Suiza, El secreto bancario suizo, (http://switzerland.isyours.com/s/banca/secreto/).

 

20050923

 

3 thoughts on “El secreto profesional

  1. Es muy agradable cuando se encuentran posts de excelencia y que aportan valor agregado, si no
    hay dificultad voy diseminarlo en mi Facebook y claramente me apunto el
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