TOSCA
Tosca en Chile
La opera Tosca de Giacomo Puccini se ha presentado en Chile como opera tradicional y hace algunos días en versión de concierto por la Orquesta Sinfónica de Chile. En esta versión no se presenta el decorado ni el vestuario y los cantantes aparecen en ropas actuales, excepto Tosca que conserva los ropajes espectaculares de época. Esta presentación, deliberadamente o casualmente, hace que la obra se conecte directamente con el mundo actual y más aún con el pasado cercano de Chile.
La opera Tosca tiene un claro contenido liberal y anti clerical de comienzos del siglo XIX en Italia, sus personajes positivos están comprometidos con la lucha liberal por establecer la república y derribar las monarquías. La otra parte es un conjunto de policías, soldados, jefes de la policía política que torturan y matan y sacristanes que cantan loas al clericalismo ultramontano y denigran las ideas “volterianas”.
Pero en realidad el trasfondo es la tortura, la ejecución, la prisión política y el temor que una monarquía utiliza como instrumentos para reprimir y mantener en pie el sistema. Es la misma situación que se vivió en Chile, un Estado todopoderoso que violenta la dignidad humana a extremos que configuran la tragedia.
A partir de esta situación Puccini construye una obra universal y sus personajes siguen existiendo y reproduciéndose en las dictaduras modernas. Scarpia es el jefe de la policía política que carece totalmente escrúpulos y mezclando su clericalismo fanático con su lujuria incontrolable, disfruta con los gritos de los torturados tanto como con las mujeres a las que obliga a aceptar sus exigencias amorosas. Los guardias, algunos con anteojos modernos y con una evidente formación militar, parecen ser clones de los agentes de la DINA y la CNI, obedientes, rastreros y serviles con los jefes, pero superiores y dominantes frente a los presos y torturados.
Angelotti, un preso político fugitivo- ex cónsul de la República Romana- tiene una veloz presencia que muestra al político de principios, comprometido y que sufre las consecuencias de su actitud, es un futuro ejecutado (en esta caso se suicida antes de aceptar de nuevo la tortura). Pero su ejemplo compromete a Cavaradossi, un artista pintor progresista que se ve enfrentado a ser consecuente y lo hace pagando con el precio de su vida.
Floria Tosca como personaje es una construcción muy convincente. Es una mujer exitosa, apasionada, coqueta y extremadamente celosa, quien parece carecer totalmente de compromiso político, pero se ve envuelta en el proceso que afecta a su novio- Cavaradossi- y a través del amor debe asumir un rol político al ver la tortura, la prisión y la muerte de su querido. Es en alguna medida, el personaje histórico del familiar de la víctima, que en Chile, Argentina y otros países latinoamericanos liderizaron la lucha por los derechos humanos. Su vinculación con esa dura y tenaz lucha surgió del amor conyugal, paternal o fraternal porque eran las esposas, hijos, hermanos o madres de los detenidos desaparecidos, ejecutados y presos políticos.
Evidentemente que Tosca está dentro de una tragedia, no es la anticipación exacta, pero es el personaje grandioso del familiar del detenido desaparecido o ejecutado, que al igual que Tosca, matan al jefe de la policía, así como en Chile, estos familiares contribuyeron en gran medida el encarcelamiento de los contreras y corbalanes.
Las similitudes con la realidad son asombrosas. Scarpia usa las mismas triquiñuelas que los torturadores empleaban en Chile cuando le decían al torturado que bastaba que confesara para que se suspendiera la tortura, de manera que estos tratos crueles dependían exclusivamente del torturado. Scarpia explica que las torturas de Cavaradossi sólo existen porque Tosca no confiesa: “Lo destroza aún más con vuestro silencio” como dice Scarpia, de manera que Tosca confiesa.
Así como en Chile el fusilamiento simulado era una técnica de tortura, en Tosca ocurre algo parecido, pero a la inversa, para obtener los favores de Tosca, Scarpia ordena que se fusile simuladamente a Cavaradossi, “como a Palmieri”, para así obtener la rendición de Tosca. Pero en este caso, el fusilamiento simulado, como saben los secuaces de Scarpia será real (como a Palmieri)), así Tosca cae en la trampa y espera el fusilamiento simulado, que en esta versión, con los agentes de la DINA-CNI modernos es un par de pistoletazos de estos agentes.
En un momento de la opera, Cavaradossi canta “¡Liberta sorge, crollan tirannidi!” (¡Libertad, surge, que caigan los tiranos!) estableciendo que su sacrificio es por estos valores.
Volviendo a la opera en su versión de concierto, el desempeño de Miryam Singer, en el papel de Tosca, no sólo es brillante desde el punto de vista del bel canto, sino como representación teatral de una mujer frívola, coqueta, celosa y ardiente que se transforma en una heroína por el amor. Su actuación es tan impresionante como su canto.
Un aspecto sobresaliente de la presentación de la ópera, es la actuación del coro de niños del Colegio del Sagrado Corazón que participan en el TE DEUM de gracias por el triunfo militar de los monarquistas en Marengo, aunque después se sabe que es una derrota y un triunfo del entonces republicano Napoleón Bonaparte.
La fantasía de Tosca coincide con la realidad chilena, pero como siempre la realidad es más trágica que la tragedia misma.